El proyecto se caracteriza por la potencia del sistema constructivo abovedado que se equilibra con los materiales con colores neutros, que dan protagonismo al mar.

Se utilizan texturas vistas y continuas que no interfieran en el paisaje: hormigón armado en las bóvedas y un pavimento que genere continuidad entre interior y exterior

Además, se simplifican las líneas, empotrando los marcos de los ventanales e integrando el mobiliario en las estancias como parte de la construcción de la vivienda, como la gran estantería de acero inoxidable que recorre la sala de estar para albergar una colección de libros.

La relación entre interior y exterior y el buen clima permiten poder realizar un comedor semi exterior, también abovedado. Este arco, enmarca el paisaje protagonizado por el agua, y genera una continuidad entre la piscina y el mar.